"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca" JORGE LUIS BORGES

domingo, 28 de noviembre de 2010

Othello, el carnero misterioso y otros animales.


Poco a poco se va desvelando la  ajetreada historia de Othello, algo así como el hombre elefante  en oveja. Y hay que decir que nos provoca una intensa ternura. Sus recuerdos le hacen reflexivo y  su conversación muy Paulo Coelho con la corneja y el gran macho gris y  el mantra "piensa en la baba del caracol en la hierba" conforman un pasaje impactante.


Entra en escena Gabriel, el pastor adorado ingenuamente por las ovejas, con su rebaño de ovejas "distintas". La autora es capaz de  separar perfectamente la subjetividad con la que las ovejas lo describen de la percepción de que hay en él algo turbio.

Es también fascinante la utilización descriptiva que realiza de los olores que las ovejas perciben, como un elemento psicológico más en los retratos de los personajes. Así Beth tiene un olor "acre y dulzón, a hambre atrasado, a muerte temprana". Sin la descripción de los aromas estamos tan ciegos como las ovejas para percibir los pensamientos de los personajes humanos.

En otros momentos vivimos situaciones hilarantes como la imagen de las tres cabezas de oveja tras los geranios mirando a través de una ventana. Es curioso como estos rumiantes, con su mutismo y su sobriedad tienen un fuerte componente cómico, ya descubierto por  F´Murr en su serie de comics Le Génie des Alpages.

1 comentario:

  1. muy bonito post!!!
    he estado ojeando el blog y me ha gustado 1 montón!!!!
    besazos

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