"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca" JORGE LUIS BORGES

viernes, 25 de noviembre de 2011

Maldito karma de Katherine Pancol





He de reconocer que tiene algunos momentos de esos en los que uno se rie solo mientras lee.  Y se lee de un tirón. Pero cuando acaba, uno termina con una sensación de trivialidad que no tiene nada que envidiar a la que adorna a la presentadora protagonista del libro. 

En fin que es estupendo para un viaje en autobús o para leer en la consulta del odontólogo. Y ya.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Almas grises de Philippe Claudel

 

Ni blanca, ni negra. El alma humana tiene todos los matices del gris. Gris ratón, gris marengo, gris niebla. Es capaz de las mayores heroicidades pero también capaz de albergar  la mayor de las maldades. 

Y lo importante es saber si al final, el destino hace justicia.

La novela transcurre en la primera guerra mundial y está ambientada en un pequeño pueblo francés donde cada uno es lo que es, en base a una escala social muy marcada.  Un asesinato sirve de catalizador para historias que se entrecruzan y nos hacen desconfiar de todo y de todos. 

Cada cual lleva en su alma su drama personal que la mancha inevitablemente de gris, como la nieve pisoteada.


domingo, 20 de noviembre de 2011

El viaje del elefante de José Saramago



 
Cuando sea mayor quiero ser como Saramago. Bueno, lo de ser premio Nobel lo veo dificil, pero sí me gustaría tener ese fino sentido del humor, un tanto amargo pero que cala en la condición humana, que atrapa su esencia y es capaz de plasmarla con ternura y comprensión. 

La novela acompaña al elefante Salomón/Soliman en su peregrinación desde Portugal a Viena como regalo del rey portugués Juan III al archiduque Maximiliano de Austria. Y es un viaje un tanto iniciático porque todo cambia según pasan paisajes y gentes.

El elefante produce milagros y confusiones, obliga a planear protocolos absurdos pero avanza con paso firme, kilómetro a kilómetro por esa Europa del siglo XVI que curiosamente tampoco es tan distinta a la que estamos viviendo en estos dias de convulsión económica.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Juntos, nada más de Anna Gavalda

Esas veces en que nos sentimos sólos. Sea porque estamos en una ciudad extraña, porque nuestra vida ha dado un vuelco y hemos abandonado nuestras amables costumbres o porque hemos perdido a alguien a quien queríamos.

Esa sensación de soledad, de no estar en el sitio adecuado, de que la vida poco a poco nos va llevando lejos del lugar al que queremos ir, es el corazón de este libro.

Por sus páginas deambulan personajes entrañables pero que rozan lo marginal. Cuando se encuentran y conviven se complementan de una manera difícil de prever.

Y de repente la vida comienza a tener sentido y el puzzle se va armando. Y sale lo mejor de cada cual. Como en una fábula, todo el mundo tiene derecho a ser feliz.

Que bonitos son los libros con un final optimista. Para variar.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Contra el viento del norte de Daniel Glattauer

Una novela epistolar. Y no es fácil conseguir que el intercambio de correos electrónicos entre dos personas nos tenga pegados al sillón, a las paginas del libro como si de una novela negra se tratara. 


Vamos conociendo lentamente a los personajes (a Leo y a Emi) por lo que ellos mismos dejan translucir. Aún sabiendo que fácil es mentir en la red, es también imposible que el tiempo no acabe por mostrar lo que en realidad somos, lo que sentimos aún sin saberlo. 



Y nuestros protagonistas se arriesgan a ello, a crear una adicción que les saca de su zona de confort y les obliga  a replantearse su vida. Nosotros vamos avanzando con ellos, cambiando con ellos, identificandonos sin querer con uno u otro. Y deseando en el fondo de nuestro corazón que hagan ésto o aquello. 


Para leer de un tirón....y querer más.

Después de un paréntesis... con renovadas fuerzas

Ha sido casi un año de silencio. Lo que no quiere decir que haya estado apartada de los libros. Es más, mi relación con ellos ha cambiado un montón. 

Yo era reacia a los libros electrónicos por eso del romanticismo de la página impresa, el olor de los libros, su mística. Hasta que los probé. Y se acabó el romanticismo. Es como llevar la biblioteca de Alejandría en el bolsillo. A cualquier hora, en cualquier sitio. TODO.


Además la lectura es muy cómoda. No cansan los ojos y si tienen una lamparita adicional son estupendos para la lectura nocturna en la cama.

En fin que me he pasado definitivamente. Lo siento. Soy una mujer práctica.

Y en los próximos posts os cuento lo que he leído en este tiempo.