Pero con el añadido de que nos pasea por los salones de los grandes hoteles de la época y nos describe los modelos entonces de moda entre tafetanes, sedas y organzas.
Y todo ello en una novela que literalmente se devora porque tiene el ritmo apropiado.
Perdonamos por tanto una cierta ingenuidad en el diseño de los personales, entre los que la autora entrevera con habilidad, personales reales de la época y todo en favor de ese ambiente costumbrista que abandona el color sepia para recuperar en este libro todo su colorido.
Tengo el libro desde hace más de un año, pero no encuentro el momento de leerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si digo que este libro no me emocionó.... ¿quedo muy mal?
ResponderEliminarEso sí, tienes razón que es una lectura fácil y rápida.
Besos
A mí me decepcionó tremendamente. No me gustó. Debo ser la excepción a la norma.
ResponderEliminarBesos,
Hola Alimoto, gusto en conocerte, yo también me quedo a compartir lecturas. Entré con dos perfiles, borraré uno, saludos,
ResponderEliminarMyriam
Yo no pude con él. Lo empecé con ganas, pero no pude acabarlo...
ResponderEliminarBesos